sábado, 18 de mayo de 2013

Historia del Santuario

En 1957, el Papa Pio XII encargó la Prelatura de Yauyos a San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Él, por su amor grande a la Virgen, quiso que los de esta prelatura la amáramos también. Para que la Madre de Dios fuera más cercana, pidió fotos de las mujeres de la zona de Yauyos, para hacer una Virgen Cholita. Es, pues, una imagen de bulto hecha por el escultor español Manuel Caballero (ya fallecido), con el asesoramiento de San Josemaría.
Desde 1965 junto al del Seminario Menor y desde 1991, junto al Seminario Mayor, la gente de los pueblos cercanos ha ido manteniendo viva la costumbre de acudir en peregrinación a este lugar para rezar a la Virgen, confiarle sus alegrías y sus penas, pedir por sus necesidades y dar las gracias. Mons. Luis Sánchez Moreno con la ayuda de Mons. Mario Busquets, en tiempos de crisis económica, con mucha fe y magnanimidad construyeron este lugar de devoción a la Patrona de la Prelatura. En 1985, el Papa Juan Pablo II bendijo esta Imagen en la Nunciatura de Lima.
El Santuario de la Madre del Amor Hermoso se mantiene con la limosna de peregrinos y visitantes y, con las aportaciones del Patronato del Santuario. Este Patronato es una asociación civil que se ocupa de mantener el santuario y de cubrir las necesidades económicas, además de promover la organización de numerosas peregrinaciones y visitas.
Hay lugares donde Dios ha mantenido un diálogo con los hombres, que se convierten en puntos de la memoria colectiva y de identidad cultural, objeto de la devoción popular y meta de peregrinaciones. Los santuarios suelen tener un evento que comunica un mensaje, un precioso contenido de fe, que interacciona con la vida de los hombres. Por eso, aunque la existencia de estos lugares sagrados comparten muchos elementos comunes hay otros aspectos que los diferencian unos de otros.
En este Santuario, la naturaleza del mensaje que está en su origen es la familia.

Paz en los hogares

Este Santuario se inauguró el 31 de Mayo de 1991, fiesta de la Visitación de Nuestra Señora a su Prima Santa Isabel, por el Nuncio, Mons. Luigi Dossena. Fue edificado con la misma intención que tenía San Josemaría con la construcción del Santuario de Torreciudad: “Un derroche de gracias espirituales, que el Señor querrá hacer a quienes acudan a Su Madre Bendita ante esa pequeña imagen, venerada desde hace siglos. Por eso me interesa que haya muchos confesonarios, para que las gentes se purifiquen en el santo sacramento de la penitencia y –renovadas las almas- confirmen o renueven su vida cristiana, aprendan a santificar y a amar el trabajo, llevando a sus hogares la paz y la alegría de Jesucristo: la paz os doy, la paz os dejo. Así recibirán con agradecimiento los hijos que el cielo les mande, usando noblemente del amor matrimonial, que les hace participar del poder creador de Dios; y Dios no fracasará en esos hogares, cuando Él les honre escogiendo almas que se dediquen, con personal y libre dedicación, al servicio de los intereses divinos”, respondía el santo barbastrense a la pregunta de un periodista.
Todas las líneas del santuario, en forma de escenario, convergen en el RETABLO, en cuyo centro se encuentran la Imagen de Santa María Madre del Amor Hermoso y su Hijo Jesús, con una fruta en la mano.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario